Estamos reunidos casi todos los amigos de infancia, estamos en plena charla, estamos casi todos aquellos, que una vez fuimos niños. Hoy ya estamos creciditos. Hay muchas personas, a la vez gente que ya había olvidado. En nuestro grupo somos cinco por lo menos, estamos contando y recordando cosas que hemos vivido, anécdotas sin fin. Pero por dentro me siento un poco extrañado. El lugar parece un campo deportivo, donde se lleva a cabo un concierto festival de música cristiana, como repito hay mucha gente. Estoy observando a unas señoritas, que no veía desde mi época escolar, estamos hablando de ellas y refiere un amigo mio: ella no es Charito, si es ella -afirmo yo. Recuerdas que Fernando se moría por ella, jajaja -reímos. El nunca se atrevió a mandarsele, esta con Enma, una chica que a mí me parecía bonita, también tres chicas, más que ahora les soy sincero no recuerdo sus nombres.
Pasa el tiempo y estoy charlando con un hombre muy elegantemente vestido, me dice que soy su amigo, que lo bien la pasábamos de niño, y que recuerda nuestra época escolar, decia: ayyy Danny te acuerdas de esto, de lo aquello. Era verdad yo me acordaba de todo ello, lo sorprendente es que no lo recordaba a él. Se nos acercan más amigos que si veía casi a menudo, estamos charlando a que nos dedicamos, unos son ingenieros, otros licenciados, le pregunte a aquel hombre que decía conocerme, a que se dedicaba, ya que como les dije iba muy elegante, a de ser muy acaudalado, pensé. Solo soy uno más en este planeta, me dijo. Seguí yo: trabajo en una empresa de arquitectura, aunque no soy arquitecto, solo soy un dibujante, por eso llevo una huincha (metro) para medir cualquier cosa en situaciones que se presenten.
Estamos disfrutando del concierto, entonces me lleva el hombre aquel hacia un lugar, a tomar unos refrescos aunque el deseaba unos whiskies, estamos ahi. Observamos todo el ambiente, de repente nuestra mirada, se fijan en un pequeño cuartucho que estaba montado allí. El miraba como buscando algo. Trataba de indagar, nos acercábamos más aún, llego un camión que llevaba y traía unas cajas, eran unos jóvenes de tez morena con el cabello tipo "african look", se dieron cuenta que los mirábamos, pero seguían con su labor, mientras íbamos hacía ellos, se nos acerca una señora mayor, y nos dice:
-A ver que se les ha perdido a ustedes aquí.
-¿Quien es usted¿- pregunta él
-Soy la encargada del festival y así que muévase de aquí.
-¿Que hacen esos en aquel camión?- replica él.
-Y a ti que te importa -dice la mujer, en ese instante.
Él saca dentro de su elegante traje, una placa y dice: agente de policía, muestre los papeles de este festival.
La mujer muy nerviosa solo atina a decir que todo esta bien que los muchachos aquellos del camión son solo sus ayudantes y que no hay nada malo en todo y nos trae los papeles en regla, nos pide disculpas a los dos, pensado en que yo también era de la policía, sigan disfrutando del festival, pidan todo lo que les plasca, y nos trae a sus hijas. Dos chicas muy hermosas y les pide que nos mostrara todo lo que se refiera al festival ese, que estábamos, sin saber por que.
Estamos lo cuatro, allí conversando, nosotros congeniamos bien con cada una de ellas. Desde ese momento nos hicimos muy buenos amigos. Así que después de ese festival seguimos viéndonos.
Con el tiempo eramos ya dos parejas. Nos fuimos poco a poco enamorándonos. Eran tan lindas. Cosa rara, salíamos mucho, pero no me atrevía a preguntarle el nombre a mi amigo. ¿Por qué nunca me atreví a preguntarle? y ¿por que no me dijo que era un policía de alto rango?. Por que él era eso, pase mucho tiempo con él. Siempre salimos los cuatro. Me llamaba casi a seguido estamos afirmando más nuestra amistad, y con nosotros están ellas, las hijas de aquella mujer, se podría decir que nos estamos acostumbrándonos a ellas, ya que son buenas y dulces.
Mi amigo viene a buscarme al trabajo, me dice que estará ausente unos días, y que no estará, para la velada que íbamos a tener con nuestras chicas. Bueno, le digo: esta bien, no te preocupes. No lo vi en ese tiempo. Le pregunte a la novia de mi amigo, (también mi cuñada) ¿que le pasaba?, ella me respondió: no sé realmente, esta un poco extraño, anda investigando algo pero no me quiere decir nada. Es una excelente persona, pero sigo extrañado por su actitud,
Pasan dos semanas y no sé nada de mi amigo, el "super agente" como yo le llamo, estoy con mi chica y ella me cuenta que su hermana le ha dicho, que mi amigo es muy bueno y que yo soy más bueno aún, que me conoce de toda la vida, y que él me desea lo mejor en esta vida. Me sorprende esto, es que yo realmente no lo recuerdo.
Han pasado seis semanas, mi chica dice que su mama me quiere conocer más, a mí me daba un poco de miedo, ya que desde ese día del concierto, me cayó un poco mal. Dos meses después me llama mi amigo el super agente, y en verdad una alegría invade mi ser. Me cita en un lugar a tomar unas copas, llego al centro de Lima, en unas de esas viejas casonas. El esta muy elegante y yo voy como siempre y llevo mi huincha, Es que salia del trabajo, ya saben para cualquier trabajo que salga. Nos saludamos como grandes amigos que somos, y me dice: vas ver algo que no esperaba yo, subimos por una escaleras muy viejas de madera casi tres pisos,al subir entre en la idea que se trataba su investigación, yo tranquilo, al ver el final de las escaleras había una mesa donde había paquetes llenos de cocaína, él a la izquierda y yo a la derecha, miramos aquella toda esa mercancía, él empezó a revisarla, cuando en ese instante entra el negro que vimos en el festival, con una pistola en mano y una botella de ácido en la otra. No quedamos quietos mirando atónitos a aquel sujeto, con una sangre fría nos arroja el ácido en polvo en los ojos, a nosotros. Quedamos cegados, mientras nos sobábamos los ojos del dolor, el negro apuntaba con su arma a mi amigo, que llevo peor parte, ya que no veía nada, y le decía: con que te crees un "super agente" verdad, pero se acabo el jueguito, yo que apenas veía, trate de hacer algo en mi desesperación, pensé que tenia un arma saque y apunte, pero la sorpresa que me lleve, ya que era mi huincha, el sujeto me pateo la mano y cayó mi huincha al suelo. Creo que al estar mucho tiempo con mi amigo, me hizo el creerme que también era policía. Entonces se la emprendió en contra de mi amigo, que solo atinaba a tocarse los ojos. Yo en un lado, saque fuerzas de no sé donde, le di una patada al sujeto, que soltó el arma, al querer recogerla, mi amigo saco su arma y a quemarropa, mato al negro, al oír los tiros entro el otro compinche, mi amigo sin decirle nada le disparo dos veces. En el suelo yacían los dos hombres muertos en un charco de sangre, nos echamos agua en los ojos , para aliviar nuestro dolor, ahí ya recuperados, bajamos por las escaleras. Ahí afuera estaba todo un despliegue policial, ya preparado.
Mi amigo había desactivado una red de delincuentes, que era liderada por nuestra suegra, que estaba ya esposada, despidiéndose de sus hijas. Se acercaron a nosotros, allí un silencio invadía sus caras, mi chica me dio un abrazo eterno y sin decir adiós, me dejo un beso en la mejilla y se fue. Allí los tres juntos me miraron y dando unos pasos largos se fueron. Mi gran amigo y ellas, mientras yo permanecí allí solo, mirando como se alejaban, hasta que desaparecieron. Me quede solo en esa calle, en una de las calles de la gran Lima, nunca supe más de ellos. Y tampoco me dijo como se llamaba.
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