jueves, 24 de noviembre de 2011

Días de clases (Gael, sus amigos y esa niña pizpireta)

Los padres de Gael, no imaginaron nunca la alegría que su hijo les daba. Era considerado un niño muy sabio e inteligente. Debido a su gran capacidad. A Gael, lo subieron de grado dos veces en su vida escolar.

Ya con cinco años, sabía escribir, leer, sumar y restar. Pero sus padres, deseaban que lleve una vida normal. Vivían en un barrio muy populoso. Y el colegio donde iba a estudiar era uno más, de esos nacionales numerados. La primaria lo esperaba. Ahí iba a tener a la profesora Isabel, quien era muy conocida por su gran profesionalidad y gran rigidez. Los vecinos del barrio, quienes en su mayoría había pasado por su manos, contaban historias de ella, tratando de animar a los padres de Gael
-¡Pobre Gael, la que le espera!- decía uno de ex alumnos.
-Esa profe, cada vez la veo, me trae recuerdos, cuando me metió un reglazo- Dijo otro.
-A mi por que no aprendí a hacer rayitas, me metió uno fuerte y hincho la mano- dijo un nostálgico.

Gael, era muy querido y muy popular en ese barrio. Ya que cuando habían funciones, por el día de la madre, o otras festividades, con solo pocos años, salía y recitaba poesías, que aprendía con sus padres. Él ya estaba acostumbrado a estar en clase, próximo a cumplir los 6 años, entro al colegio nacional de su barrio. La profesora Isabel, lo esperaba, ya sabía de las aventuras de Gael. Tenía el numero 34 en su lista. Gael Rodriguez. Pero iba a ser el numero 1. Al pasar los meses escolares. El desarrollo de Gael, era muy bueno. Tanto así que en agosto, la profesora hablo con el director y con los padres del pequeño, para que pasara a segundo, incluso a tercero. Pero los padres de Gael, no querían que su hijo pase por eso. Sino pidieron que siga así por los menos hasta cuarto. Para que tenga amigos que crezcan con él. Pero a Isabel, le incomodaba un poco no enseñarle más de lo que sabía a Gael, pero lo tenía ahí, como el primero de su clase. Al acabar el año escolar. Como era obvio se quedo con ese primer puesto en clases por merito. Para segundo grado, por más que algunos profesores o vecinos, le pedían que cambiase por otro colegio de más nivel. Pero ellos se negaban. Por el bien de su hijo, preferían que siga ahí. En casa tenían una gran variedad de libros de todas las materias. Ellos no eran maestros, ni cosa parecida. Pero a la vez que iba al colegio, enseñaban a su pequeño.

En vacaciones, hacía lo que hacía cualquier niño de su edad. Se divertía y se la pasaba bien. Ya para el segundo grado. Tuvo a otra profesora más joven aún, Elena, quien al conocer a Gael, quedo sorprendida. Y ella, lo eligío para representar al colegio en una que otra olimpiadas de matemáticas. Elena decía que a pesar de tener solo 7 años, era tan inteligente y sabió como un niño de 10 o de 11. Así que decidió hacerlo saltar de curso. Y en mayo de aquel año, Gael paso a 3 grado. Allí mediante unas exigencias de Elena, fue aceptado por el profesor Luis. Quien cogió mucho cariño a Gael. En agosto después de vacaciones de medio año. Luis inscribió a Gael a las olimpiadas escolares distritales. Gael iba a concursar en matemáticas e ciencias históricas sociales. Y con él iban otros niños más del colegio. En el bus que lo llevaba, se unió a cinco niños del 4º "B" Martín, David, Felipe, Esteban y Pedro. Quienes le preguntaban muchas cosas, y se sorprendían por lo mucho que sabía. Lo conocían ya, por que muchas veces salía actuar y recitar en las actuaciones escolares. Pero era la primera vez que le hablaban. Desde aquel momento, se hicieron amigos. Llegaron al colegio aquel. Y Gael, tomo la dirección que le indico, el profesor Luis. Y este le deseaba suerte, y le palmoteaba el hombro
- Vamos Gael, demuéstrales lo que sabes.
- Claro profe, eso haré- respondió Gael, y se fue a esos salones, donde habían más chicos de otros colegios. Ya en el bus de regreso, iban todos conversando, de como les fue. Gael, ya se había ganado la amistad de esos cinco chicos. Al llegar al colegio, estaban sus padres esperándoles. Se fueron a sus casas.

A la semana siguiente antes de empezar las clases, en la formación del patio. El profesor Luis, pidió el micrófono al director, quien llevaba el orden. Y pidió a Gael a pasar al frente, quien un poco tímido.
-Quiero que todos juntos demos un gran aplauso a su compañero Gael, quien acaba de ganar la olimpiada escolar del distrito. Y todos golpeaban sus manos, celebrando el triunfo del pequeño Gael. El profesor había recibido los resultados un día antes. Y estaba lleno de alegría. Ya en clases, el profesor volvió a felicitarlo. Todos sus compañeros en el salón hicieron lo mismo. Con ganas empezaron aquel día lectivo.

Los fines de semana en que Gael descansaba del colegio, se divertía, ya que hacía sus deberes fielmente, lo pasaba jugando con los amigos del barrio. Algunas veces venían a buscarlo sus nuevos amigos, aquellos que estuvieron con él en aquella olimpiada. Se hicieron tan amigos que en los recreos se juntaba a ellos, a jugar. Llevaba su trompo, a veces las canicas. Como todo niño, recibió su "chilote" o su "apanao" clásico. Se la pasaba bien con ellos.

Las participaciones en esas olimpiadas escolares, para Gael, eran comunes, y en la mayoría de ellas, las ganaba o sino quedaba entre los primeros. Un día el profesor lo eligió para ser policía escolar. Pero como era tímido, no quiso eso. Gael, era muy feliz. Con la rapidez que aprendía, sus padres lo colmaban de regalos. Un día decidieron regalarle una guitarra. Empezó a tomar clases, los fines de semana. Sin descuidar los estudios, y sin dejar de jugar con sus amigos. Otro año más que se terminaba y Gael quedo primero. Para el próximo año escolar. Gael, iba cumplir 8 años. El profesor pidió no pasarlo a 5º como pidieron los profesores. Y así fue que Luis volvió a darle clases a Gael, en 4º.

Paso el tiempo, y la vida de Gael, era tan común y corriente, vivía como cualquier niño. Y sus padres, pensaron en cambiar de colegio cuando llegue a la secundaría. Termino la primaria con 10 años. Fue elegido el mejor alumno de toda la primaria. El director y los profesores, pidieron a sus padres, en cambiar de idea y dejar a Gael, en el colegio. Pero la secundaría, la tenía que hacer en el turno de tarde, ya que se daba en ese turno. Ellos aceptaron, y Gael, empezaría la secundaria por la tarde. A Gael le agradaba la idea, ya que ahí se encontraría con sus queridos amigos, aquellos que le llevaban 2 años de diferencia. A pesar que Gael tenía muchos amigos buenos en su salón, se sentía muy bien con esos chicos, quienes lo consideraban un gran amigo. A veces cuando no entendían algo recurrían a él. El primer año de secundaría, Gael con 11 años, vio como entraba al colegio una niña pizpireta y de gran sonrisa. Estaba en 2º año, e iba a estudiar con sus amigos. Los ojos de Gael, seguían cada paso de aquella niña. Junto a ella iban unas niñas más. Quienes murmuraban y comentaban cosas de niñas. Ya en clases los profesores iban y venían presentándose. Matemáticas, lenguaje, historia, cívica, geografía y demás. Se presento junto a ellos. El profesor Alvaro, quien iba a darles Ciencias naturales, iba a ser el tutor del salón. Y pidió a Gael, redactar la lista de todos. Gael, quien hizo con gusto aquello, al darle al profesor la lista. Cogió del hombro a Gael, y se dirigió a todos.
-Es para mi un gusto, presentarles a este muchacho, quien ha dejado muy en alto el nombre de nuestro amado colegio en lo que fue su etapa en la educación primaria. Y espero que lo sigas haciendo (dirigiéndose a él) Querido Gael. Y pido un aplauso para él. Un aplauso un poco frío, recibió a Gael en su nueva etapa.


Gael, no sabía cantar, pero tocaba bien la guitarra. Muchas veces intento componer una canción. Pero desde que conoció a esa niña, su mente andaba a veces en otro lado. En los recreos se unía a aquellos amigos. Se moría de timidez, pero quería preguntarle a ellos, sobre aquella niña quien era su compañera. Sabía que que si preguntaba al menos como se llamaba, lo iban a fastidiar a cada momento. Gael, siempre fue el primero en su clase y de casi todo el colegio. Muchas veces pensó, que el estudiar mucho le causaría ganarse la enemistad de otros, pero se le pasaba. Y solo estudiaba y se divertía mucho con esos amigos. Unas veces y otras, su profesor Luis, siempre lo visitaba. Gael, estimaba mucho a su profesor. Le enseño más que a otros, y no que por que Gael, sea su favorito, sino era el que más atendía. Luis deseaba ver a todos los alumnos que tuvo, hechos hombres de bien. Y Gael era un gran ejemplo. Aquel año fue muy bueno para él, ya que participo en muchas competiciones y ganándolas. Algunas veces Pedro le decía en el recreo o cuando al salir de clases, se iban a sus casas:
-¿No te duele la mitra de tanto estudiar?
-No, para nada- respondía Gael con una sonrisa
-Franco, es que tanto te entra, a mi nica..
- No sé realmente si es así, pero....- terminaba Gael.


Gael, en un día de recreo junto a David, le pregunto sin querer y con timidez como se llamaba aquella niña pizpireta y muy parlantina.
-¿Oye como se llama tu amiga?
-¿que amiga?
-Ella, la que va por ahí. (estaba pasando por allí)
Ah! ella, no es mi amiga, pero le dicen "la lora" por que mucho habla, se llama "Atanasia"
-¿Verdad?
-Si, "Atanacia",, (risas) ¡ No mentira! Se llama Rossana, Rossana "La lora"
-Rossana-
-Si, ¿y por qué? Ah, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhh (risas)
-No por nada,
-Ahhh (risas)
-Oye y vamos a jugar más tarde a la canchita de la vuelta
-Si, pues, pero a ver si te deja tu mamá.
-Si, si me deja.
-sale,
-Sale y vale, por la noche voy a tu casa, tengo una vaina que no entiendo, ya.
-Ya, si anda.
Alvaro quien era el profesor y tutor del salón de Gael, a fin de año, elaboro un informe y presento al director y demás maestros. Tras un año muy destacado, Ya había decidido, que él pase de 1º a 3º. Esperando el visto bueno de ellos. Y así fue, después del año escolar. Gael, pasaría el año próximo a 3º.

En la secundaría habían muchos alumnos y por ende muchas secciones. Para 3º a Gael, lo ubicaron en el 3º "A" y sus compañeros iban al 3º "C" El director, quien estaba en su oficina, hablaba con Gael y sus padres. Y es allí que le pide que lo cambiase al "C". El director sabía lo que significaba Gael para el colegio, no dudo y concedió a Gael, aquel deseo. No le pregunto por que deseaba eso. Gael, estaba contento, sabía que también sus amigos lo iban a estar. Martín, David, Felipe, Esteban y Pedro, ya tenían 14 años e iban a compartir clases con Gael, su amigo quien iba a cumplir 12 años, muy pronto.

El primer día de clase, estaban ahí ellos, y al ver entrar a Gael, empezaron a vitorear su nombre y lo llevaron a su lado. En esas carpetas de 2, se sentó al lado de David. Empezaron a divertirse. Gael, gracias a su estupendo expediente. Ya tenía una beca en una academia pre-universitaria. (que al final no uso) La cual empezaría al estar en 4º. Había recibido una moderna computadora, gracias a un concurso escolar que gano, e invito a sus amigos a su casa, siempre, para cualquier trabajo.

En el salón habían muchos compañeros. Él miraba fijamente a todos, se sentía seguro con ellos. Pero su mirada buscaba a Rossana, aquella tan parlantina, por la cual él perdía a veces la noción del tiempo. Con ellos estaba Alfonso, un chico de 16 años, quien había repetido un par de años, y era el punto de todos. Miraba y miraba, también estaba "colibrí" Ramirez, un zambito, muy quimboso, que era medio faite, pero buena gente. Seguía en ello, y cuando sus ojos llegaron hacía Rossana, él quedo prendado de ella más aún, y no dejo de mirarla. Y ella le devolvió la mirada con una sonrisa. Eso flecho más aún al pequeño. A medida que pasaban los profesores a presentarse, y dictar su listas para eso año. Llego el profesor Antonio, uno de los más veteranos del colegio. Decían que era muy jodido y muy especial. Les iba a dar Química. Una de las cuales, producía tanto reprobados. Iba a ser el tutor de aquel año. Y pidió a Gael a pararse y le pregunto:
-¿Dime pequeño, como te sientes entre tanto viejotes?
-Bueno, no se que decir- respondió el pequeño.
-Me han dicho que eres muy bueno, espero que te vaya bien, con nosotros, siéntate por favor.
-Gracias profesor.

De verdad, el profesor Antonio, era unos de los duros del colegio. Le decían el "veneno" ya que cuando daba las libretas de notas a los padres, los mataba con las notas de sus hijos. Antonio, daba Química, y muchas veces llegaba de improviso a supervisar a su salón. Cuando empezó a ver la gran facilidad de aprender y su gran serenidad. Sin que nadie supiese le encargaba a Gael a supervisar, pero este a veces no lo hacía. Un día llego la profesora de Civica, la señora Gloria. Una profesora muy relajada, y muy vaga. Ni bien al entrar dijo que se sentía mal. Y mando a llamar al director o al tutor. Felipe fue a llamar al director. Y la profesora le dijo que se sentía mal. Y el director la mando a casa. Estando allí, ya se quedo un buen rato. Y pidió a Gael, salir a la pizarra, y le dijo: Has este problema, que los del 3º "B" no han podido resolver. Gael con gran facilidad, resolvió el problema. El director se quedo más impresionado con la sabiduría de Gael. Después de aquello. Empezo a conversar con la clase. Y como siempre el punto de broma era Alfonso, el mayor del grupo.
-A ver si te sientas con Gael, y aprendes algo pues hijo- Todos echaron a reir. También empezaron a bromear con el bigote que ya le salía. Unos minutos después, no se le ocurrio otra cosa al director de hacer un pequeño examen de matemáticas. La gente empeso a reclamar. Él director, los calmaba diciéndoles que solo es un examen con preguntas fáciles, que eran de 2º y que ellos ya lo habían pasado. Dicto 5 problemas sencillos. Y empeso aquel examen, Pero poco después tuvo que irse, ya que lo necesitaban y no tuvo otra idea de pedirle a Gael, que se hiciera cargo del examen. Allí Gael al frente mirando a sus cumpleaños. Algunos resolvían, Pedro y David, le dijeron: dinos pues la respuesta. Y Gael se acerco a ellos, y los ayudo. Rossana, aquella niña que le gustaba a Gael, grito:¡ Hey con favoritismos no! si copian ellos, copiamos todos! Gael la quedo mirando se acerco a ella y le dijo:
-Mira este es sencillo,- mientras cogió el lapicero de Rossana. Ella no miraba lo que ponía, sino lo miraba. Gael ayudaba a los que no sabían esos problemas. Unos lo sabían, y los resolvían, otros copiaban entre ellos. Y ahí empezó el relajo y la bulla. Por el pequeño alboroto que hicieron, llega de improviso el profesor Arturo, y al ver a Gael al frente, dio por terminado el examen sorpresa. Puso a Felipe a cargo del salón. Y se llevo a Gael. Y juntos se pusieron a pasear por el patio. Cuando se iban, sus compañeros y amigos pensaron que lo iba a castigar pero no fue así.
-Dime Gael, te sientes bien con chicos mayores que tu.
-Si, profesor, si
-Me dijo Hector (el director) que elegiste esta sección para estudiar ¿por qué?
- Es que tengo a mis amigos ahí.
-¿Pero tus amigos no están en 2º?
-Si, pero realmente ellos son mis mejores amigos (ahí los nombro y contó como los conoció)
-¡Ah! pero no hay nada más.
-Nada más, verdad.
En ese instante en pleno patio, lo hizo mirar todo el colegio, y le pregunto
-¿Qué te parece el colegio? Humilde ¿verdad?
-Si, pero muy bonito.
-¿Qué le añadarias?
-No sé realmente, pero le pondría una antena grande, para ver tele.
-¿Tele? buena idea, así de clase en clase, distraernos un poco.
-Así es.
-¿Que deseas estudiar al acabar el colegio?
- Tampoco se eso, aún no se.
En ese instante Antonio le regalo un lapicero tallado a Gael, quien le agradeció mucho, Y volvieron al aula. Felipe al verlos llegar, aviso a la clase. Antonio entro con él y volvió hablar con ellos. Les preguntaba muchas cosas. Ellos respondían con gracia. Él les pidió un poco de calma, y les hablo de Gael, les dijo que deseaba que fueran al menos un poco parecido a él. Se sentó delante de la pizarra. Hizo volver a parar a Gael.
-Es verdad Gael, que elegiste este salón por tu amigos.
-Si, es verdad.
-Y eso me gusta, siempre me gusto la amistad de verdad. Me nombraste a cada uno de ellos, y cuando lo hacías, lo hacías con sinceridad, de un amigo verdadero, Pero dime Gael ¿Hay otro motivo por cual elegiste esta sección?
-No profesor, o tal vez si-
-Tal vez si, me gusta eso, tu sinceridad. Hay alguien verdad? ¿Tal vez una niña?
En ese instante todos los compañeros varones de Gael, al unísono, empezaron a vitorear: ¡loro! ¡loro! ¡loro! ¡loro!
Y el profesor, pidió calma, Silencio por favor. Y todos callaron. Gael, estaba tranquilo, como si nada lo avergonzara. Antonio pidió a todos sacar sus cuadernos de Civica, y propuso que entre nosotros, nos preguntáramos algo de aquello que nos enseñaba Gloria. Dijo que el primero de la equina, le pregunte al ultimo del otro extremo en diagonal, así hasta que todos hicieran una pregunta. Así fue que pregunta iba y venía. Quizás sea el destino, pero cuando le toco el turno a Gael, la pregunta que tenía que hacer, se la debía hacer a Rossana. Le hizo la pregunta, y ella respondió un poco temblorosa. Cuando fue Rossana, la que pregunto, Gael le respondió que esa pregunta era de Química. Pero igual se la respondió. Rossana, se avergonzó un poco. Antonio le dijo:
¡Hey que estamos en Cívica, y no en química! Todos echaron a reír.

A pesar que nunca los contaba, Gael tenía muchos sueños. En su casa, ya no cabían más trofeos y diplomas. Su madre en son de broma, siempre le decía: Hijo deja un poco para los demás. Al pasar el tiempo, Gael, se gano la amistad de Rossana y de las demas. Ya que era un poco tímido.

Al acabar al colegio, Gael quedo primero en todo, como era predecible. Antes de empezar las actividades del clausura del año escolar del colegio, su madre le pregunto que pensaba estudiar:
-No sé realmente mamá
-¿Te gustaría ser médico?
-No sé, pero si tu quieres, que sea médico, lo seré.
-Pero si tu no quieres eso, no lo hagas por mi.
-No, ya esta decidido, seré médico.
-¿Seguro?
-Si mamá, seguro.
Con un abrazo, la madre de Gael, le agradeció ese gesto. Antes de subir al estrado del colegio, a recibir la condecoración que le hizo toda la plana docente del colegio, Ahí estaban todos sus profesores, pero él sonrió al ver a su profesor Luis. Gael no necesitaba para nada la preparación en la academia pre universitaria.

Y así fue que antes de cumplir los 15 años, Gael logró el primer puesto en el examen de admisión de San Marcos. Él se sentía un poco avergonzado, por los medios de comunicación que cubrieron esa noticia. Ibá a ser médico. Tocaba la guitarra, recitaba poemas, y ayudaba a sus amigos cuando algo se les hacía difícil...Un día David le fue a pedir ayuda, y Gael le pregunto como le iba a Rossana, y David le respondió: Ya olvídate de "la loro", y aprovecha el coco que tienes. Siempre se veían, y ella le sonreía. Le pedían ayuda e hicieron un grupo, a pesar de estudiar en sitios diferentes, siempre se reunen, están todos, y aprovechan su sabiduría y también esta Rossana y ella vuelve a sonreirle, y él se alegra, le responde con otra sonrisa...Pero él no le dice nada.



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