martes, 10 de agosto de 2010

Ángela y yo (Letras Mías)

Desde que le rompieron el tabique al "cholo" Ricardo, llenándole la cara de sangre, me di cuenta que el box no era para mí, y eso siempre me lo decía el maestro Pedro Martell, el entrenador de mi grupo en la federación Peruana de boxeo. Era disciplinado y cuando me decía: Felipe, ya estas preparado para tu primera lucha de verdad, ya te veo curtido. Yo solo le respondía: nada profe. Era mentira, me cagaba de miedo ante eso, me podían los nervios del debut.

Cuando me preparaba para el examen de admisión para ingresar a la universidad, conocí a Ricardo, él iba a bioquímica, sus padres tenían una farmacia en el cono norte de Lima. Trabajaba para ellos un farmacéutico, que no les daba bien las cuentas y encima le pagaban en dolares. Y por eso sus padres querían a todo modo que su hijo se encargue de la farmacia.

Pero después de clases, como a eso de las 3 de la tarde, me animaba a acompañarlo al estadio nacional y nos metíamos a la "Bombonera" y nos poníamos a entrenar, él tenía talento y por eso lo animaron los muchachos que ahí llegaban de todo Lima. Ricardo se gano la chapa de "cholo", por sus rasgos y yo era el negro, por mi piel morena. Él llego a ser seleccionado, y eso me animo a seguir en eso. Quería viajar por el mundo, llevando la bandera de mi país. Muchas veces hicimos de "sparring".
-Admiraba a Tyson, algún día le saco la mugre a ese huevón- decía él

Deje de estudiar y me iba a entrenar, cosa que a mis padres no gustaba, ya que no trabajaba, ni estudiaba. Bueno en fin, ellos tuvieron que aguantarme. Hasta que el 24 de junio de 1995, llego el debut del "cholo", en la "Bombonera". El profe Martell, y dos de sus asistentes, lo prepararon a conciencia. Ya en el ring, allí cerca de ellos animaba y arengaba a mi amigo. Estaban sus padres que no querían que hiciera eso, y encima no estudiaba lo que ellos le obligaron. Presentación de una joven promesa, y era el debut,yo soñaba allí con el mio. Pero solo duraron 30 segundos para que el contrincante le aseste un severo golpe directo en la nariz que le rompió el tabique. Pobre "cholo" dije, mientras corría hacia el ring, lo llevaron de emergencia al hospital del empleado.

Después de eso, el "cholo" volvió a clases, no se si ingreso o no, deje de verlo. Yo en cambio ni volví a clases ni nada, no encontré mi rumbo después que deje de ir a la "Bombonera" del estadio.

Mi hermana Alondra estudiaba administración en un instituto, y es allí donde conoció a Ángela, su amiga, ella estudiaba Secretariado, y también trabajaba de empleada del hogar en la casa de sus tíos, unos abusivos que la trajeron desde su Ayacucho natal. A veces ella llegaba a casa, con Alondra, se llevaban bien. Nunca le dije a mi hermana que me encantaba su amiga. Nunca. Me avergonzaba. Ángela, tenia un acento muy pronunciado de la sierra, y Alondra me contaba que en el instituto algunos la llamaban la "serranita", en mofa. Pero en el fondo la fastidiaban solo por que les gustaba. Es muy linda, tiene un rostro angelical, siempre me gusto, pero nunca me anime a cortejarla, ni siquiera en pedirle ayuda a mi hermana en ese aspecto. Al pasar de los años me quede así, sin ni siquiera intentarlo.

No trabajo, soy vago por convicción y oficio, pero a veces ayudo a mi madre que alquilo una casa a dos cuadras de la nuestra, donde había movimiento comercial y allí monto un restaurante. Pero mi madre me agobiaba con el trabajo y siempre me daba mis escapadas, le robaba de la caja un poco de dinero y me iba al estadio a ver los partidos de mi equipo.

Caminado por la AV. Alfonso Ugarte, pensando en mi vida y en lo duro que es. No acabe la carrera, la deje al empezar. A veces le echaba la culpa a mi padres, pero los comprendía. El trabajo de mi padre se fue a pique. Y las cosas ya no eran como antes. Hasta que sin darme cuenta pase por la academia donde me preparaba. Y miraba a los muchachos, me recordaba a mi, ahí deseaba retroceder en el tiempo, y cambiar mi suerte y algo más.

La cabeza se me va, daba pasos lentos, pero seguros. Y pase por el comedor popular que hay en la avenida. Es en ese instante que un tío de unos 35 años, me para y me dice: amigo no tienes 50 céntimos para que me regales, es para comprarme un menú, y no me alcanza. No se como puede tanta injusticia en el mundo, pienso en mí. Toma amigo, no te preocupes, saque del bolsillo y le dí 5 soles que mi hermana me había dado, para unas gaseosas en el estadio. Aquel hombre me lo agradeció infinitamente.

Dando más pasos, reniego un poco, se me acabaron las pilas del walk man, estaba escuchando la canción "Pamela" del grupo "TOTO". He parado en un puesto de periódicos y compro las pilas, mientras reojo un poco "el bocon" un periódico deportivo, y al lado carteles de abogados, y muchos profesionales ofreciendo sus servicios. ¡Puta madre!, esbozo yo, con una ira, estudiar tanto, para no tener campo donde desenvolverse. Y hago mías esas frases de la canción de "Los Prisioneros" :
"Tu educación es una porquería, yo con esas notas, ni siquiera
trataría, dedica te a ladrón, a vago o a esclavo y nunca trates de
entender.....por qué, por qué los ricos tienen derecho a pasarla
también, si son tan imbéciles como los pobres"

No sé cuanto he caminado que ya siento cansancio, y me anime a comprar unos libros viejos, que tenia un joven en el suelo de la vereda de aquella avenida. No se que me impulso a comprar, si yo siempre considere que leer era aburrido, mejor hubiera comprado "el bocon" antes que estos libros- pienso alejándome.

Ya en el micro rumbo a casa, voy escuchando música, son casi 50 minutos para llegar. Voy ojeando los libros, me parecen un poco interesantes, "Príncipe y Mendigo" de Mark Twain, me he propuesto a leerlo. Voy a Cumplirlo.

El negocio de mi madre, va mal, muy mal, así que la animamos a cerrar, no valía la pena seguir. Tendré que buscar un trabajo, no por mí, si no para evitar los problemas con mis padres. Así que empecé a buscar.

Basilio, es un vecino nuestro, siempre estuvo enamorado de Alondra, pero ella siempre le tiraba arroz. Basilio es un buen ensamblador de computadoras, y me anime a pedirle trabajo, o quizás alguna referencia. Y este acepto gustoso en darme su ayuda. Me llevo a la empresa donde laboraba y en ese mismo día empecé a trabajar, no era gran cosa, pero para ir tirando valía la pena. Cargaba computadoras viejas todo el día.

Al pasar el tiempo, le agarre afición a la lectura, hasta que un día, me compre una computadora de segunda, en blanco y negro, a la cual Basilio me ayudo a configurar, él me enseño todo lo que había que aprender. Solo quería guardar datos de aquellos libros que leía. Pero una noche de julio que hacía mucho frío, pensé y por que no escribo alguna historia, yo.

Me refugio en la nocturnidad, llevo un cuaderno donde apunto algunas cosas interesantes, para poder escribir. Noches vienen y noches iban. Y empecé a escribir. Todas las noches, domingos enteros, no pensé que tenía tanta inspiración. Aquellas noches, siempre pensaba en Marilym, aquella niña rubia que iba conmigo al colegio, y a quien contemplaba con suspiros, pero ella era muy coqueta, y eso hacía mucho daño en mi pequeño corazón, pero la amaba, a pesar de ser niño. Y no podía dejar de pensar también en Ángela, aquella mujer de gafas un poco gruesas. La amiga de Alondra, aquella a la que nunca me anime ni siquiera a hablar, siempre tuve miedo a mirarla, es muy linda, aún la recuerdo. Nunca le pregunte a Alondra que fue de ella.

Tanto tiempo ha bastado, para poder terminar una historia, 300 paginas de sueños y desvelos. Lo ha leído mis padres, bueno mi madre lo leo, y se lo contaba a mi padre. Mi viejo no es muy asiduo a lectura, lo suyo era pasarla con sus amigos. Alondra me pregunto por Stephany, la chica de mi historia.
-Se parece a alguien que yo conozco, y que no veo hace mucho.

Stephany, es el nombre de mi personaje, me inspire un poco en Ángela y también en Marilyn. Esta historia tiene de todo. y a mi familia les ha gustado a pesar de no ser aficionados a la lectura.

He recorrido las editoriales de Lima, chicas y grandes. Han rechazado mi historia. Cansado de tanto andar, llegue a una de esas pequeñas que nadie confía. Pero ellos confiaron en mí.

Se desata en mi la alegría, un poco mesurada, si. Estoy a prueba solo espero la impresión de los encargados. Acordado todo, se va a realizar un tiraje pequeño. Mientras Alondra administra el negocio de mis padres, yo sigo trabajando ensamblando las computadoras que me encarga Basilio. Aprendí mucho de él.

Llaman al teléfono y responde mi madre, a lo que me llama un poco a gritos: ¡Felipeeeeeeeeeeee te llaman de la editorial!. Al fin creo que llego un poco de suerte a mi vida. Solo el que publicaran mis historias, ya me llenaba.

Mañana es la presentación de mi historia, y estoy casi un poco nervioso. La vida siempre te da esas alegrías que tu sabes que nunca van a llegar. Mi libro es el más vendido, mi historia ha causado un poco de impacto en la Lima moderna. Inicia el segundo tiraje, esperan vender más libros, mejor para mí, más beneficios. La vida te da sorpresas, he marcado un récord, voy camino a ser unos los mejores escritores de la literatura del Perú en la actualidad.

Mi vida ha dado un giro sorprendente, de un momento tengo una gran cantidad de dinero en el banco. Me compre una casa, gracias a todo esto. No lo me imaginaba. Trato de llevarlo con calma. Mi madre no quiso que me valla de casa. Le prometo visitarla seguido. La vida te da sorpresas. Hoy he vuelto a ver a Ángela después de diez años. Y es más hermosa que antes.

Llego un día de invierno, mientras yo estaba en casa de mi madre, buscando un poco de inspiración. Alondra, la recibió con una gran emoción. Estaba trabajando en el sur del Perú. Hasta que la empresa quebró y volvió a Lima, a probar suerte y seguir ayudando a sus padres que seguían en Ayacucho. En el jardín, converso con mi padre, mientras prepara unos anticuchos, para la visita que llego, y para darme un poco de alegría, que ella ni siquiera imaginaba.

Nunca le hable, hasta hoy. Alondra me llama y dice:
-Felipe, ven saluda a Ángela, me pregunto por ti.
-¡Que bah!, mujer, no es para tanto- respondo muy contento.
-Hola Ángela, como te ha ido en este tiempo?
Ella solo responde: bien, gracias a Dios, muy bien- (sonrojada)

Hemos charlado, mucho, todo lo que nunca hablamos, no los dijimos aquel domingo. Hasta que ella se va a marchar.
-Nos vemos, es que mañana tengo que ir a una entrevista de trabajo, a ver si tengo suerte-dice ella muy optimista
-¿Quieres trabajar conmigo?, le pregunto sin reparo.
-¿Quieres ser mi secretaria?- Tienes trabajo y por casa no te preocupes, tengo una casa muy grande.

Ella se puso nerviosa, me di cuenta de eso, y ella solo dice:
-déjame pensarlo, es que acorde esta entrevista, y veré si me es beneficioso. Bien, si piénsalo-le digo.

Ya es muy tarde. Estoy con Alondra en la sala, y empecé a preguntarle sobre Ángela. Hasta que termine confesandole que siempre me gusto. Pero que nunca me atreví ni siquiera en preguntarle. Me desmotiva la idea en pensar que ella este comprometida. No te preocupes, esta sola, nunca ha tenido novio, es más tímida que tu- termina con una sonrisa.

Estoy invitado a la cena del dueño de la editorial, tiene una casa muy grande. Allí me encuentro con Javier Bosch, un prestigioso escritor y presentador. Es conocida su inclinación homosexual. Tragos van, tragos vienen, ya estoy un poco bebido, pero lo controlo bien, nadie se da cuenta que la cabeza me da vueltas. La gente se empieza a divertir y algo que no es común en mi, empecé a contar chistes, y en unos de aquellos eran de gays, y cuando los contaba, la gente vacilaba a Javier, me decían: estas agarrando carne (risas).

María Sotelo, bella presentadora de TV, no deja de hablarme me pregunta muchas cosas, es muy guapa, y ese día trajo un vestido muy ceñido, a pesar que en Lima, hacia un frío que mataba. Quedamos para conversar otro día. Al costado había una piscina. Como no estamos en verano, me metía un chapuzon, he pensado en construir una en mi casa. Bueno en conclusión, hoy he conocido mucha gente, famosos, alguno que otro empresario. Me la pase muy bien.

Pocas veces paseo por mi antiguo barrio, me encuentro a los amigos de infancia. Una madrugada me cruce con Pedro, un amigo, que lamentablemente, se perdió en el mundo de la drogas, quise evitarlo, pero no pude. Allí es donde me habla y me pide dinero para comer. Se lo doy para no alargar allí mi estancia, pero algo me hizo quedar. Converso con él y empezamos a caminar, por las calles de mi barrio, y sin querer hemos llegado a aquella esquina donde queda la casa de Marilyn, la rubiecita que me gustaba de niño, y que nunca me anime a decírselo. Miro un poco con rabia, y en eso se da cuenta Pedro, y me dice: ella se ha vuelto una puta, muy putaza, para trampeando con muchos huevones.

Yendo a casa, me acorde que cuando tEnia 9 años, junto a Pedro nos bronqueamos con dos hermanos gemelos que eran muy antipáticos, los cuatros nos revolcamos, aquel día Pedro salio en defensa ¡es mi amigo! grito a viva voz. Aquello lo apunte. Para meterlo en mi nueva historia.

Estoy cobrando regalías, por mis historias. He escrito muchos cuentos. Y la gente me conoce. No se si me gusta, pero me cambio la vida, no solo a mí, también a mis padres y mi hermana.

Ha pasado un mes desde que vi a Ángela, estoy pensando en ella. Hasta que recibo una llamada al celular de mi hermana donde me pregunta, si aún necesito una secretaria. Realmente no necesito una secretaria, necesito tener a alguien a mi lado, que este en casa cuando llegue, que me acompañe cuando en la soledad escriba mis historias.

Ángela llego a casa, y charlo con ella con una confianza que a mi mismo me sorprende. Y le confieso que ya no necesito una secretaria. Pero si alguien que se me encargue de mi casa. Ella acepta, no tiene otra cosa. Yo viajo mucho por mi trabajo, jamas pensé en verme así, pero me encanta.

Pasan los meses y Ángela lleva muy bien mis casa y mis cosas personales. A menudo nos visitan mis padres al igual que Alondra. Miro con otros ojos a Ángela, es muy tierna y muy sumisa, pero hace bien su trabajo. Un día me llama María Sotelo, y pacta una entrevista conmigo en su cadena. Aquel día me presento con Ángela y María pregunta ¿Y ella quien es?, ah es mi secretaria y encargada de mis asuntos personales. El que llevara a Ángela a la tv, creo que no le gusto a María

Es de noche, y estoy con unos colegas, nos vamos de copas, y terminamos muy tarde. Así que me retiro de allí, y voy rumbo a casa, y ya son casi las tres de la madrugada, no hago ruido, en la cocina esta dormida, Ángela. Me da un poco de miedo, ¿qué pasó?-me pregunto. La despierto, y ella soñolienta, me dice: lo estuve esperando, para cenar, no me atreví a llamarlo.-No trátame de tu, Ángela, -le dije un poco bebido. Ella se fue a acostar, mientras yo me quede pensando. En el salón de mi casa. Tumbado en el sofá, me quede dormido.

Ángela esta muy triste pero no me lo dice, pero lo noto y me preocupa. Y me anime a charlar con ella. Aquella noche me contó muchas cosas, sus padres están muy ancianos, pero ella piensa que ellos nunca la quisieron, por que de muy niña la mandaron a Lima a trabajar con sus tíos. Le pregunto por sus aficiones, ella es muy tímida. Pero al final conversamos como si fuéramos viejos amigos, le conté sobre el "cholo" Ricardo, de mi afición al boxeo, de mis pleitos con mi padres, por los vago que yo era. De mi gran unión fraternal con Alondra, de mi timidez y de mi gran temor de decirle hola. De Marilyn, de su pelo rubio. Y muchas cosas, y ella a mí. Me contó sobre un niño de su pueblo. Que le gustaba, Pero nunca más volvió a ver. De las veces que deseaba decirle a Alondra, si yo tenia novia, y si deseaba salir conmigo algún día al cine, o por allí. Toda la noche así que nos quedamos dormidos en la alfombra del salón, me moría por abrazarla, no se si ella lo deseaba, pero me acurruque a su lado.Ya por la mañana, somos más amigos que nunca.

Ángela esta muy triste, le llego noticias de Ayacucho, su madre esta un poco enferma, y ella esta muy preocupada. Pero ella sabe que yo tengo mucho trabajo y necesito de ella. Ángela es muy trabajadora. Y a mi me resuelve un poco la vida, yo soy medio escritor, si no esta conmigo. Pero tengo que dejarla ir. Ella me lo agradece, prometiéndome volver. No te preocupes, solo le digo.

Una noche, me enseño muchas palabras en quechua, quede muy maravillado de lo bien que lo habla. Aquella vez nos pusimos a escribir juntos, me daba ideas y yo a ella. Le regale un libro de edición única del cuento andino, "Warma kuyay" de Arguedas, ella lo leyó de niña y se acordaba, pero jamas pensó tener un regalo, casi nunca nadie le dio en la vida. Ella salio adelante por si misma.

Extraño mucho a Ángela, y eso que solo ha pasado una semana de que se fue. No soporto la soledad. Visito a mis padres, en el cuarto que era mio escribo historias, mi madre tiene el cuarto tal y como lo deje. Por si un día vuelvo, dice ella. Estoy en el concierto de UB40, que esta de gira por Lima, y voy con María Sotelo, Pero realmente con lo guapa que es, no me atrae y solo pienso en Ángela, ella no llama, y eso me preocupa. Ese día me tope con mucha gente que conocí desde que me hice escritor.

En la cena con mi padres, estoy con ellos y con Alondra quien esta con su novio allí, me pregunta por Ángela, pero no se que responderle, es que no se nada realmente, me ve un poco desmotivado y ella me lo dice, - Ve a verla-, ya hace un mes que no se nada de ella, como extraño a Ángela. No aguanto más.

Estoy decidido, tomo mis cosas y voy a traerla, llevo mi mochila y un discman. Quiero verla, no aguanto estar así. No se realmente donde viven sus padres, nunca me lo dijo. Busco en sus cosas que dejo en casa, por suerte, encuentro algo que me ayuda. Espero verla. En el viaje, con papel y lápiz en mano, tomo nota de todo, tal vez me sirva de inspiración. Mientras llego a verla.

Ayacucho es grande, pero los poblados son pequeños. Doy vueltas, pero no me canso, eso me anima a seguir, pregunto por ella, pero casi no la conocen, hasta que por suerte hay alguien que si la conoce, y me da toda su ayuda. En las afueras de Huamanga, es el lugar donde ella vive. El camino es muy duro. Pero vale la pena. He llegado hasta su pueblo. Ya estoy cerca, me dicen donde esta. No puedo aguantar, y grito su nombre: Ángela, a viva voz. Ella esta ahí, sale sorprendía, y solloza, sale a abrazarme, me hace feliz, sus lagrimas se confunden con las mías.

Alli afuera, le confieso mi amor, y la falta que me hace. Y también me responde lo mismo. Pero me cuenta todo ahí. Su madre murió a los pocos días de llegar. Ella. Sufrió mucho. Pero no volvió, por no dejar solo a su pobre padre. La animo en irnos a Lima. Piensa en su padre. Pero él, no quiere, y ella no quiere dejarlo. Ángela y yo, nos amamos, y ahora nos toca ir por una decisión, Don Arturo, es muy fuerte aún, y nos dice que no quiere ser un estorbo, y nos pide que nos fuéramos para Lima, pero le pido que nos acompañe. Él esta decidido en quedarse. Ángela, no quiere. La situación es un poco difícil, pero hemos acordado buscar a alguien que se encargue de él. Acepta gustoso, con tal que nos vayamos a Lima, hicimos algunas gestiones y pusimos teléfono en su casa, para estar en contacto con ellos.

Viajando a Lima, le pido casarnos, sin inmutarse, me acepta, me hace muy feliz. La vida te da esas sorpresas. En Lima, presento mi cuarta historia, a la editorial. Ángela también empezó a escribir, Tiene mucho talento,ya pronto le van a publicar sus cuentos. Se sigue encargando se mis asuntos.

Nos llegan noticias de Ayacucho, tendremos que ir a su pueblo, ya que su padre se casa con aquella mujer que buscamos para que lo cuidara. Eso causa más confianza en ella, es un alivio, para nosotros. Ya publique mi novela, se lo dedique a mi hermana, quien va a ser madre. Esta historia es un éxito, tanto que va hacer traducido a 20 idiomas, la vida te da muchas sorpresas. Sorpresas tan bellas como mi Ángela. Quien lleno mi vida, de lo que faltaba.





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