Nos han llegado noticias muy poco alentadoras desde el norte, empieza a preocupar, no solo a mí, también a muchos de por aquí. Fernando es uno de los mejores epidemiólogos del país, siempre se intereso por la salud de los demás. Gracias a él se controlo grandes riesgos que han mantenido muy seguro el sistema sanitario. Pero hoy no basta solo su capacidad, esto se ha desbordado y preocupa. Cubro la noticia como muchos, solo se espera una gran solución y no sabemos realmente que nos deparara el destino. Hoy he charlado con Fernando, sobre esto. Lo veo muy preocupado.
-Vamos a ir a la zona infectada y trataremos de cercar todos los poblados, pero me preocupa el estado de animo de la gente. dice él, con un poco de serenidad. Preparado ya el plan de evacuación, solo se pide a la gente que solo tenga tranquilidad. No hay más por ahora.
La ciudad norteña de La libertad, desde hace una par de semanas se ha visto plagada de pulgas y otros bichos. Lo alarmante es que aún no se haya la explicación a tal aparición. Nunca había ocurrido en ningún lugar del país. Solo el cercar la ciudad en toda su entorno para evitar su expansión. Esto parece dar resultado, de momento.
Realmente Fernando, quien es el encargado de la misión, no tiene ninguna maniobra, para acabar con esto, me lo dijo hoy por la tarde. Vamos rumbo hacía el norte, maleta, micrófono y grabadora en mano, tendré que informar desde el lugar de los hechos. Soy muy amigo de Fernando, jugábamos fútbol, los domingos en el barrio. Hasta que se dedico de lleno a su carrera. Siempre cubro noticias de este estilo, y la amistad que tengo con él me facilita las cosas un poco.
No hay viajes hacía el norte desde Lima, se cerro todo y eso ha afectado a mucha población, los medios de comunicación rodeamos a Fernando quien da aliento, pero en el fondo se que esta muy jodido el asunto.
Viajamos en tren, hacía allá. Con nosotros esta Marcela, hermana de Fernando, quien es su asistente personal. Va un contingente de sanidad. Pero nos sorprende la presencia de alguien. Fernando al verlo se para y va hacía él y le pregunta cosas y que hace allí, ya que no le conocía.
-Me llamo Kanira y soy hindú. Estaba por el sur del Perú cuando paso esto y quería ayudar, soy un experto en epidemias y plagas. Me subí al tren y nadie me dijo nada,-respondió con su acento muy lejano.
A Fernando y Marcela, les extraña su presencia, pero les importa su apoyo y empiezan a charlar de muchas cosas durante el viaje. Kanira, es muy diferente a nosotros, no solo por su raza, es muy alto. no tan moreno de piel. Habla con nosotros de su experiencia en lo que son las grandes plagas y como controlaba las epidemias en su país. Y reconoce, que siempre tuvo mucha suerte, ya que no compartía ideas con demás profesionales, pero siempre salia airoso.
Después de charlar por un buen rato, el silencio invade los vagones del tren, solo el ruido de los rieles. Fernando da instrucciones de su llegada, de la estrategia que ha de plantear no dice nada. No tiene ideas. Solo evacuar y listo. Mucha gente ha abandonado La Libertad, han dejado sus campos y sus casas. Las autoridades sanitarias de aquel lugar no saben que explicar no saben realmente la aparición de tal plaga. Las situación es delicada. Los rostros de Fernando y Marcela, solo demuestran desaliento. Pero Kanira, esta sonriente, cosa que da un poco de desconfianza, realmente no lo conocemos. Fernando acepto su ayuda.
Nos preparamos para la llegada, solo sabemos del lugar por imágenes y fotos que nos llega a Lima. Nos entregan los uniformes y mascarillas para no ser atacados por esa plaga.
Al llegar aquel lugar, el paisaje es desolador, un color oscuro debido a los millones de insectos que se han apoderado de la ciudad. Una ciudad por ahora fantasma, ya que algunos decidieron quedarse. combatiendo eso con fuego y más fuego. Solo una orden ha dado Fernando a su equipo. Recorrer la ciudad y buscar los focos principales para dar con la solución y acabar con esto. Marcela y un grupo de voluntarios, recorre la ciudad pero es imposible, a cada paso que dan, pulgas y pulgas se impregnan en los cuerpos de todos ellos. Tengo miedo y lo reconozco. Esto es una pesadilla. Muchos medios de comunicación se han marchado y solo cubren desde las afueras donde fueron cercados y el peligro es menor. Los pobladores que viven afuera ayudan mucho. Quieren volver.
Kanira, con un traje que le dio Fernando. Recorre el centro de la ciudad. Ha pedido que no gasten mucho el ácido bórico que se trajo desde todo el Perú, es en vano. A cada momento se riega las calles y casas con el ácido pero es en vano, nacen más y más pulgas. Fernando a veces cree que esto es sobrenatural y se le va de las manos. Marcela le comenta que muchos de los voluntarios quieren tirar la toalla. Solo se resigna a llamar al señor Ministro de salud y pedir la ayuda internacional. El control en los limites de La Libertad, es efectivo pero se teme que falle en algún momento.
Son tres días ya, en ese tiempo solo Kanira, hablo una sola vez, camino solo por todo el lugar y anduvo en auto por las zonas lejanas. Ha llamado a un lado a Fernando. Charlan por un buen rato. Cogemos el auto y salimos a las afueras a almorzar como todos los días. Estamos ahora los cuatro y en ese instante Kanira, le dice a Fernando:
-Estas de acuerdo con lo que te dije.
-Es muy peligroso, lo que sugieres Kanira, no puedo exponer a la gente que vive a las afueras, tengo que hablar con el ministro y el presidente.
Kanira, ha recorrido el lugar y el dice que los focos se encuentran en los ríos y acequias cercanos a la ciudad, y le pidió a Fernando hacer explotar media ciudad. Para acabar con esto. Es de terror su idea- pienso asustado. Kanira nos ha enseñado sus credenciales, y son creíbles es un experto en esto, pero su idea da pánico.
- Confíen en mí, le dice a Fernando y Marcela, quienes están un poco ya estresados por el asunto. La poca gente que se quedo en el pueblo, tiene fe en Fernando y su equipo. Mientras que yo informo hacía Lima y desde allí al Perú. Acompaño a todos ellos en la misión. Se rumorea la llegada del Presidente al lugar. Fernando le ha pedido que no es necesario.
Marcela recorre la ciudad con Kanira, y han llegado hacía una acequia muy infectada, allí bajan los dos, y empieza a explicar Kanira su plan. Pero a hora le pide a Marcela que pida más ácido bórico al gobierno, que sabe una buena estrategia que dará resultados. No sé como pero Kanira logro convencerla de aquella idea. Fernando no le queda más remedio de aceptar.
Kanira junto a los hermanos, empiezan una estrategia. Muchos de aquellos voluntarios que llegaron se fueron, por miedo y por que ya no soportaban esto. La poca gente que vive aún allí nos ayuda. Yo también empecé a poner el hombro. En autos llegan a la acequia aquella donde estuvieron, explica el plan. Le pide a Fernando solo un poco de dinamita. para preparar unos explosivos con el ácido bórico. Fernando cede al pedido.
Es de noche y Kanira ha tomado el auto y vuelve a la ciudad. Ha levantado a la gente que vive allí para que lo acompañen y ayuden. Han aceptado y se van con él. Han pasado tres horas y Kanira ordena a la gente coger autos y cargar el ácido y los ha distribuido por toda la ciudad. Toneladas de ácido que pidió Marcela, están siendo repartidas por la ciudad. La madrugada es fría. Solo Kanira y unos de ellos están cerca de la acequia infectada de la plaga aquella. Estuvo preparando los explosivos. Mientras la gente esperaba su orden.
Fernando, se ha levantado no puede dormir, y me ha levantado y me dice:
-David, despierta, no sabes donde anda Kanira, aquí no esta y tampoco esta Marcela. Seguro fueron a la ciudad- termina un poco agobiado.
-Tranquilízate vamos para allá y los buscamos tal vez, estén afuera.
Estamos fuera del campamento, y no están los autos, ni la dinamita que llego de Lima, en ese momento Fernando un poco desesperado grita:
-Ese huevon, va a hacer explotar la ciudad como me lo pidio, mierda-
-Vamos para allá, antes que sea demasiado tarde.
Son como las 5 de la madrugada ya. estamos en camino. Y con nosotros van unos cuantos. A Fernando le preocupa ahora solo Marcela, quien esta ayudando a Kanira.
Kanira, sin miedo alguno se ha introducido en la acequia junto a Marcela y otros más, cercan la acequia de de explosivos. Kanira es un experto y lo hace todo a la perfección Aquella acequia era un sitio donde él creía que era un punto importante. Marcela le tenia fe. Ya casi esta preparado, Kanira da la orden de salir y los mando a los puntos donde había designado. A Marcela le pide. que vaya a casa, por temor de la reacción de Fernando.
Fernando y yo hemos llegado a la ciudad y en eso también llegaba allí Marcela, quien solo se comunicaba ahora con Kanira con celular. Es ahí donde le explica el plan de Kanira, y este enfureció más.
-Este va a cargarla, y el presidente me va ha joder- grito amargo.
En ese instante una gran explosión remece La libertad y todos sus confines, suena el celular de Marcela, es Kanira quien da la orden de regar por toda la ciudad el ácido bórico. Entones todos los autos dan marcha y empieza el regio por toda la población. A Fernando y a mi solo nos queda ayudar, yo cámara en mano, empiezo a cubrir todo.
Ha amanecido y Kanira le pide a Fernando disculpas por su actitud, y pide que manden desde todo el país. Fumigadores y más voluntarios y una cantidad considerada de artículos de limpieza. La ciudad esta cubierta del polvo y ácido que vuela con el viento.
Fernando y Marcela, hacen el llamado al ministro de salud y piden todo lo que le sugirió Kanira. En ese instante hemos despejado la ciudad, y los rostros de aquellos que ayudaron a Kanira, reflejaban optimismo. Por la tarde, las brigadas de limpieza y fumigación, dejaban otro aspecto a la ciudad, a aquella que Fernando no podía dar solución.
Él caminaba solo, por la ciudad, mientras esperaba la llegada del ministro de salud. Cubrí todas incidencias, mientras llegaba la gente que marcho de allí, hay esperanza otra vez. Todo lo recogido es incinerado y desinfectar el lugar. En medio de la plaza mayor, El ministro junto a los hermanos y Kanira, agradece la labor de la gente que apoyo. Fernando dio las gracias publicas a Kanira, explicando que fue el artífice de todo.
Ya en Lima, el presidente felicita a Fernando y Marcela. Pero apoya la decisión de darle un cargo a Kanira en el ministerio, cosa que él rechazo, ya que tenia que volver a la India. Solo les pidió seguir en contacto. Me ha pedido algunas fotos de aquella aventura. Kanira pasa algunos días en casa de Fernando, se han hecho amigos.
Llegan noticias de La libertad, las cosas van bien, toda aquella pesadilla paso, gracias a Dios. La redacción en el periódico, cambio un poco, ya que me designaron jefe. Las cosas van bien, Ya no cubro noticias como antes, pero sigo manteniendo contacto con ellos mis amigos. Nunca entendí, como apareció en ese tiempo alguien como Kanira. Gracias a él, Fernando y Marcela se dio tranquilidad a un pueblo.